lunes, 27 de enero de 2014

Identidad digital

Autoanalizo mi identidad digital:

1.  Creo que no la tengo.  Es más, no sé si quiero tenerla.  De querer tenerla, no sé para qué quiero usarla, no sé qué uso se podría hacer de ella.  Lo que sí tengo claro es que tenga o no una identidad digital definida, lo que sí  dejo es huella digital.  Y no sé si quiero.  Y no sé si me gusta.

2.  Analizar otras identidades digitales puede darme la medida de lo que podría llegar a ser la mía.  Reviso con afán de entomóloga los perfiles de otros compañeros.

3. Los envidio.  De momento a los perfiles, no conozco a los compañeros,...... ¿o sí?  ¿Conocer la identidad digital es conocer a la persona?  ¿La identidad digital es la personal?  ¿es un trasunto, un sustituto, una sublimación,,....?

4.  No se puede estar en contra de los tiempos.  Y ahora es el tiempo de las redes sociales.  Me propongo subirme a la ola, analizar sus beneficios, estar prevenida ante sus amenazas e inconvenientes.

5.  Compatir.  Quizás sea esta la palabra clave. De momento comparto mi análisis sobre la cuenta de un equipo maravilloso, el CREI, Centro de Recursos de Educación Intercultural de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.  Y constato que, volviendo al punto 3, coincide la personalidad "personal" con la digital: atentos, cariñosos, dispuestos a compartir, a difundir, a animar,...

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